Reseña - No es mío

Un adictivo thriller sobre el amor, la traición y la desesperada búsqueda de una madre por descubrir la verdad... antes de que sea demasiado tarde.

Te despiertas tras una cesárea de urgencia, desesperada por ver a tu hijo.

Pero cuando te lo enseñan, simplemente lo sabes...

Ese bebé no es tuyo.

Nadie te cree.

Ni los enfermeros ni tu padre ni tu marido.

Dicen que estás confusa, que deliras.

Que resultas peligrosa.

Pero eres médica. Y sabes lo fácil que es cometer errores.

¿Confías en tu instinto?

Porque hay una cosa que tienes clara por encima de todo.

Debes encontrar a tu bebé.

Susi Fox - SUMA - 392 páginas - 3/5

Tras haberme centrado en la romántica, tenía ganas de leer algún thriller entre medias, para variar un poco, y cuando leí la sinopsis la verdad que me dejó intrigada. Me llama la atención el tema de los hospitales y la cantidad de errores que se han dado a lo largo de los años con el tema de los bebés. 

Sasha Moloney, una mujer embarazada, se despierta en un hospital, de no muy buena fama, tras haber sufrido un accidente junto a su marido Mark, lo cual provocó que sufriera una cesárea de urgencia. En las ecografías rutinarias, los médicos le habían dicho que estaba esperando una niña, y sin embargo, cuando se despierta en el hospital, le confirman que ha sido un niño. 

Sasha está un poco descolocada. Mark, para colmo, no aparece; le dicen que está con el bebé, pero tampoco le ve cuando por fin, puede ir a la sala, el nido, donde está su bebé. 

Desde el principio, nada más verle, siente instintivamente que no es su bebé, que se han confundido de niños. Intenta hablar con las matronas, pero la miran como si estuviera loca, y zanjan el tema rápidamente diciendo que ese es su bebé. 

Tras hablar finalmente con Mark, le comenta sus dudas respecto al bebé, y este, en un principio se contagia de sus dudas. Más tarde, cuando consiguen hablar con el doctor y este les niega que haya habido ninguna equivocación, Mark le cree. Está convencido de que Toby, como le han llamado, es su hijo. Sasha sigue sintiendo que Toby no es su hijo, que se han equivocado, pero nadie la respalda. 

Sasha es patóloga, y sabe que en los hospitales se pueden cometer equivocaciones; más que nada lo ha aprendido por la propia experiencia, un error en el pasado no deja de atormentarla.

Sasha se siente sola durante la mayor parte de la novela, ya que nadie la respalda. Su madre desapareció cuando ella era pequeña, su padre nunca ha sabido gestionar sentimientos, su marido parece en algunos momentos que está de pega en su vida. La única que parece apoyarla es su amiga, Bec, con la familia de la cual se crio prácticamente. 

Esta novela me ha mantenido entretenida y expectante, con la curiosidad a tope por conocer la verdad. Me ha hecho pararme a pensar un poco en cómo a veces la voz de una mujer, al confesar sus opiniones e ideas, es desechada sin siquiera darle una vuelta. En este caso, con Sasha, en lugar de querer entenderla realmente, le han llevado a psiquiatría a medicarla. Es escalofriante que estas cosas puedan estar pasando en el mundo sin que seamos muy conscientes de ello. 

Por otro lado, Sasha se dio cuenta hace tiempo que no estaba bien con Mark, que no le quería, y sin embargo, parece que solo por tener un niño en común, eso sea suficiente como para estar juntos sin siquiera quererse. Sasha es un personaje fuerte, y por esa razón no comprendo cómo no ha hecho su vida aparte, sin Mark, valiéndose por si misma. 

En cuanto al final, me esperaba mucho más. Después de armar una buena trama, y dejar todo sin atar, me esperaba algo más fuerte. La verdad que ha sido un final un tanto decepcionante.

¿Habéis leído el libro? ¿Os ha gustado? ¿Qué os ha parecido?

Lidia. Con L de Lectora.